Dejarse influenciar por terceras personas en el matrimonio:
El matrimonio debe de contraerse de un modo libre e incondicionado, sin ningún tipo de coacción o influencia, de modo que la decisión de separarse o divorciarse, debería ser exactamente igual, a pesar de lo cual, en la vida, existen múltiples circunstancias que nos hacen tomar decisiones que no son totalmente propias, sino en muchos casos provocadas por terceras personas.
En lo que respecta a los matrimonios, son muchos los casos en los que el divorcio o la separación es provocada por la llegada de una tercera persona que entabla una relación de amistad o sentimental con uno de ellos, con o sin infidelidad, provocando la ruptura; o incluso personas, que tienen un gran poder de influencia directo (hermanos, padres, amigos, compañeros de trabajo… etc) y lo ejercen, o incluso personas que sin estar dentro del círculo directo de la persona, hacen intencionadamente, o no, presión en una determinada relación que se deteriora.
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Terceras personas en el matrimonio:
La influencia de terceras personas suelen condicionar y comprometer el mantenimiento de matrimonios pues pasa de ser un matrimonio de dos personas ordinario a otro en el que pueden tener intervención, voz y voto más personas. Esto supone una gran distorsión relacional. Los principales son los siguientes:
- FAMILIA: Hermanos, hermanas, tíos, primos, suegros, suegras, cuñados, cuñadas… etc.
- NUEVA RELACIÓN: Ya sea sentimental, amantes, amigos íntimos…etc.
Y todos esos agentes perjudican la relación provocando la ruptura, o si ya se había producido la ruptura, haciendo que no se pueda tramitar por los cauces del mutuo acuerdo, y se tenga que acudir al proceso contencioso, por ello, trate de concienciar a su cónyuge de que su matrimonio es de dos, y nadie más debe de opinar ni inmiscuirse, a pesar de lo cual, en la práctica, en incontrolable, si lo de sean realicen una PROPUESTA DE ACUERDO DE DIVORCIO.
Separarse por una tercera persona:
Comuníquese directamente con su pareja, no deje que terceras personas estropeen su relación, sea claro, directo y respetuoso, de no funcionar acuda al asesoramiento profesional que corresponda, en ningún caso a la mediación o intervención de terceras personas con interés, amistad o enemistad con cualquiera de los miembros del matrimonio.
Separarse por una tercera persona es sólo la causa o motivo y deja claro que la relación no era lo que se quería. No hay que centrarse en culpabilizar a la tercera persona pues ha sido incidental que se produzca la separación por esa tercera persona, pero podría haber sido en otro momento por otra persona.
Dejarse influenciar por terceras personas en el matrimonio.